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Esta panna cotta de mango es un postre me encanta. Es una receta fresca, rica, vistosa y que sorprende por lo bonita y llamativa que resulta en la mesa.
El mango es una fruta tropical. Para elegir bien esta fruta, debes saber que el color no es lo más indicativo del nivel de madurez. Como nos aconseja en su página TROPS debes escoger una pieza que al apretar ceda ligeramente, no demasiado. TRUCO: En caso de que aún le falte un poco de maduración, solo hay que dejarlo junto a otras frutas diferentes, esto acelerará el proceso.
Si no sabes cómo hay que cortarlo, no te preocupes, nadie nace sabiendo. Te lo explico y verás como es mucho más sencillo de lo que pensabas… Coges el mango y lo partes en 3 trozos, a lo largo. Le pasas el cuchillo como si le quitaras las dos tapas laterales, a lo largo. Así queda el trozo central que es el que tiene el hueso.
Un vez separado en tres partes, hacemos unos cortes en forma de cuadraditos a las de los extremos y empujamos la piel como si fuéramos a darle la vuelta a un plástico y… ¡Magia! Los trocitos saldrán como por arte de magia y tendrás más de la mitad del mango troceado. La parte central debes pelarla y rodear con el cuchillo el hueso ¿Ves qué fácil?
Los mangos pueden encontrarse en cualquier época del año, pero los mejores meses son de junio a noviembre, así que estamos en plena temporada ¡Toma buena nota de esta receta, verás qué sencilla es!
¡Vamos a la cocina!
Ingredientes para Panna Cotta de Mango
Para 6 Vasos
- 450 g. de Pulpa de Mango (3-4 Mangos)
- 150 ml. de Zumo de Naranja
- 20 g. Gelatina en Polvo (2 Sobres)
- 500 ml. Nata (Crema de Batir)
- 200 ml. de Leche
- 60 g. de Azúcar
- Decoración al gusto
Cómo hacer la panna cotta de mango
Para preparar la panna cotta de mango vamos a necesitar pelar y trocear los mangos. Arriba, en la introducción te he dejado la mejor forma de hacerlo.
Una vez tengamos la pulpa la trituramos todo hasta formar un puré. Si los mangos están en un buen punto de maduración no será necesario añadirle azúcar, pero en caso de que quieras ponérsela como máximo 20 g.
Ponemos en un vaso el zumo de naranja y le añadimos la gelatina en polvo (solo 8 gramos serán suficientes) para que se vaya hidratando. Transcurridos un par de minutos lo calentamos y movemos bien para que la gelatina se disuelva por completo. En mi caso lo he calentado al microondas 1,10 minutos, pero puedes hacerlo también al fuego, el resultado será el mismo.
Cuando aún está templado, lo añadimos con cuidado al puré de mango y movemos bien para que se reparta por todo la mezcla.
Para hacer el efecto tan bonito en los vasos, he usado unos moldes de silicona de hacer magdalenas. He puesto los vasos inclinados, como ves en la foto y, con cuidado, se rellenan los vasos. Cuando los tengas llenos, lo llevas al frigorífico un mínimo de 2 horas.
Preparando la panna cotta de nata
Pasado el tiempo necesario para que la parte de panna cotta de mango solidifique, vamos a preparar la parte blanca.
Ponemos en un recipiente la cantidad de leche y le añadimos los 12 gr. de gelatina que nos quedaban. Los dejamos hidratar unos minutos.
Mientras, ponemos a calentar la nata junto a 40 g de azúcar y, cuando esté templada, añadimos la gelatina ya hidratada y movemos hasta su perfecta disolución. No la hiervas, solo calentarla.
De esta forma tan sencilla tendramos lista la parte blanca. La dejamos templar un momento antes de añadir a los vasos.
Sacamos los vasos del refrigerador y los ponemos en su posición normal. Añadimos la panna cotta blanca hasta el límite que más nos guste y lo dejas enfriar varias horas hasta que veas que se ha solidificado.
Ya solo queda decorarlo. En mi caso le he puesto unos trocitos de mango, grosellas y una hojita pequeña de menta ¡Me parece que han quedado preciosos!
La idea de la decoración la he sacado del blog de Julia y sus Recetas