Layer cake de limón y mascarpone sobre stand giratorio de cristal
No nos cansamos de las tartas de limón como este layer cake de limón y mascarpone, inspirada en la receta de este blog, porque son bonitas y riquísimas. Esta vez hemos hecho la tarta en formato rectangular, que se dosifica de maravilla, con unos excelentes moldes Wilton para este menester.
El relleno lleva crema de mascarpone y lemon curd, que podemos hacer casero con nuestra fantástica receta, y la cobertura se hace con la misma crema de queso. Avisamos de que esta crema es adictiva y no os sobrará ni una pizca…
Hemos usado para los bizcochos unos magníficos moldes rectangulares de Wilton para layer cakes, que te hacen cada capa por separado y que son comodísimos, además de tener un antiadherente inigualable. Y como es natural, todo el material que veis en las fotos también lo encontráis en nuestra tienda, desde los utensilios a los ingredientes. Vamos allá.
Receta de layer cake de limón y mascarpone
Ingredientes:
Lemon curd
- Cuatro limones, zumo y ralladura
- 200 g de azúcar
- 100 g de mantequilla
- Tres huevos + una yema
Bizcocho de limón
- 165 g de mantequilla ablandada
- 280 g de azúcar blanquilla
- 175 g de yogur
- Una cdta. de extracto de vainilla
- 1 1/2 cdtas. de ralladura de limón
- Seis claras de huevo a tª. ambiente
- 325 g de harina de repostería
- Cuatro cdas. de levadura química
- 1/2 cdta. de sal
- 120 g de leche entera
- 30 g de agua
- 90 g de zumo de limón
Cobertura y relleno
- 360 g de lemon curd
- 500 ml de nata líquida (contenido graso mínimo 35%)
- 170 g de azúcar glas
- 450 g de queso mascarpone frío
Elaboración:
Lemon curd
- Rallamos la piel de los limones con un rallador y la vamos echando en el cazo donde prepararemos el lemon curd. Exprimimos con un exprimidor los limones y vertemos el zumo en el mismo cazo, pasándolo por un colador previamente para que no nos caigan semillas.
- Agregamos el azúcar y la mantequilla en trozos al cazo. Lo colocamos sobre un segundo cazo con un dedo de agua, que llevaremos a ebullición. Es muy importante que el agua no toque el cazo con la mezcla, pues se podría cuajar demasiado rápido o cortar. Calentamos para que se derrita la mantequilla.
- Mientras la mantequilla se derrite batimos los huevos con la yema en otro bol y los añadimos al cazo cuando se haya derretido del todo. Batimos.
- Mantenemos el cazo al baño María de vapor mientras removemos con cuchara de madera o varillas. Al principio la mezcla tiene bastante espuma en la superficie; cuando la espuma empieza a desaparecer es señal de que está cuajando. Cuando haya desaparecido la espuma retiramos el cazo del vapor y dejamos enfriar; espesa mucho. Tapamos con un plástico y reservamos.
Bizcocho de limón
- Engrasamos los moldes rectangulares con spray antiadherente; reservamos. Ponemos el horno a calentar a 175ºC. Pesamos todos los ingredientes en la báscula.
- Ponemos en un bol la harina de repostería con la levadura química y la sal; pasamos por el tamiz. Rallamos la piel del limón con un rallador y la añadimos a los sólidos.
- Exprimimos el zumo de limón en una jarra con un exprimidor y añadimos el agua y la leche.
- Ponemos en un bol la mantequilla ablandada con el azúcar corriente y el extracto de vainilla; batimos en un robot con pala o con varillas eléctricas hasta que la mezcla esponje y blanquee, rebañando las paredes con una espátula a cada tanto.
- Añadimos la crema agria o yogur y mezclamos con la espátula. A continuación, agregamos las claras de huevo en dos tandas, integrando por completo cada vez. Por último, añadimos a la mezcla los sólidos en dos tandas alternadamente con la mezcla de leche y zumo de limón. Batimos a velocidad baja hasta obtener una mezcla homogénea.
- Distribuimos la masa entre los cuatro moldes rectangulares engrasados, y cocemos los bizcochos en el horno 20-25 minutos. Sacamos los moldes y los invertimos sobre una rejilla. Dejamos enfriar.
Relleno, cobertura y montaje
- Ponemos el mascarpone frío en un bol y lo ablandamos con un tenedor, hasta que esté suave, más o menos; podemos añadirle 50 g de la nata líquida para facilitar luego la mezcla. Lo devolvemos a la nevera.
- Vertemos la nata líquida en el bol de la batidora y montamos hasta que empiece se empiecen a marcar los surcos de las varillas. Agregamos el azúcar glas y seguimos montando, hasta que esté casi dura. Entonces agregamos el queso mascarpone previamente reservado, que debe estar frío de la nevera, y seguimos batiendo unos segundos hasta que se homogeneice la crema.
- Pasamos el lemon curd a una manga con boquilla pequeña; podemos meter en la manga cada vez solamente el peso que se necesita para cada capa, 120-130 g, para dosificar siempre lo mismo.
- Ponemos la crema de nata y queso en otra manga con boquilla lisa de 10-12 mm. Colocamos un cartón en el stand giratorio, del mismo tamaño que los bizcochos, y colocamos el primer bizcocho. Con la crema formamos un cordón en todo el perímetro del bizcocho, que llenamos después con el lemon curd.
- Colocamos el siguiente bizcocho y hacemos lo propio: el cordón de crema y el relleno de lemon curd. Seguimos con el tercer y cuarto bizcocho. Una vez colocado el último bizcocho introducimos varias brochetas en vertical para que no se muevan los bizcochos, pues la tarta es muy alta, mientras acabamos de aplicar la crema por los laterales y por encima de la tarta.
- Con la manga aplicamos toda la crema que sea necesaria para cubrir bien los laterales y la parte superior y alisamos con una espátula acodada hasta conseguir una cobertura uniforme.
- Ponemos una porción de crema en otra manga con boquilla rizada y aplicamos los adornos de la parte superior. Podemos acabar espolvoreando miniconfeti de colores (hemos seleccionado solo los confetis de color amarillo y naranja) y colocando algún detalle con limón.
- Metemos la tarta en la nevera para que la crema se ponga firme antes de retirar las brochetas que la sujetan.
Pues fijaos lo que se consigue con unos buenos ingredientes y utensilios. Con esta tarta de limón y mascarpone de forma rectangular, espectacular a más no poder, quedaréis como reyes o reinas en cualquier celebración. ¡Y además está riquísima!